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lunes, 5 de noviembre de 2012

Joyas a descubrir: "Hud, el más salvaje entre mil", de Martin Ritt


El cine norteamericano de los años 50 y 60 está lleno de obras maestras que son desconocidas para el público en general, bien porque el tiempo ha impuesto un velo sobre ellas o bien porque en el año de producción de estas películas, otras obras (quizás menores), se llevaron la fama y de paso lograron su lugar en la historia, y ya sabemos que la historia (sobre todo la historia del cine), a veces, no hace justicia real a los títulos que aparecen en ella.

"Hud, el más salvaje entre mil" es uno de estos títulos memorables que merecen un rescate por parte de los cinéfilos y público interesado , primero por su enorme calidad cinematográfica y segundo por su interesante aportación a un género que se ha mal-entendido como "western moderno", género al que pertencen otras cintas como "Cowboy de Medianoche", "la última película" o la más reciente "Brokeback mountain", de hecho las dos últimas (y la que nos ocupa) son guiones adaptados de las novelas de Larry McMurtry, un autor norteamericano que relata historias humanas y modernas en el Texas de los años 50 y 60.



"Hud, el más salvaje entre mil" está dirigida por Martin Ritt y protagonizada por Paul Newman, Melvyn Douglas y Patricia Neal. Ganó los Oscars en el año 1963 a Mejor actor secundario (Douglas), mejor actriz principal (Neal) y mejor fotografía en Blanco y negro (enorme trabajo de James Wong Howe que a día de hoy sigue impresionando por su estética y su definición),  y estuvo nominada a 4 estatuillas más, entre ellas Mejor Director para Ritt y mejor actor protagonista para Newman, así como guión adaptado para el sobresaliente trabajo de Irving Ravetch y Harriet Frank, Jr.

El film narra la historia de Hud Bannon, el hijo rebelde de un respetable ranchero Texano que está en continuo desacuerdo con su padre y cuya vida está llena de alcochol y mujeres.





El tema central de la película es el conflicto generacional que se establece entre un padre y un hijo, tema que ya habían tratado películas anteriores como "Al este del Eden" o "Rebelde sin causa", pero en "Hud" esta temática toma otros derroteros más interesantes y pocos explotados en filmes anteriores, sumando al argumento interesantes reflexiones sobre la soledad, el pasado o incluso el sexo.






Lo más interesante del film es su sabia puesta en escena y unas enormes interpretaciones que llenas de matices elevan el film hacia cotas impresionantes de arte cinematográfico, interpretaciones que logran conmover, impresionar y quedar grabadas en nuestra memoria. Douglas realiza una interpretación memorable como padre de Hud, un personaje que vive apenado por la muerte de su mujer y lucha por inculcar a Hud valores como la responsabilidad y el respeto, y el personaje que interpreta Patricia Neal, la asistenta interna de la familia cuyo rol es maternal y que despierta deseos sexuales en Hud y en su sobrino adolescente, es toda una lección clara y brillante de arte escénico e interpretativo, que no busca llamar la atención con aspavientos y exageraciones, si no que por el contrario busca la verdad en los momentos pequeños y los gestos mínimos que muestran la pura esencia de un personaje.





Memorables son las secuencias donde el personaje de Patricia Neal está en la cocina preparando de comer y Hud (Paul Newman), intenta seducirla con un cortejo velado pero lleno de carga sexual, una carga sexual que impregna todas las secuencias en las cuales aparecen los dos personajes y que tendrá su reverso trágico casi al final del film, cuando Hud intente hacer sus deseos realidad y Neal deba enfrentarse por primera vez a un personaje que no sabe canalizar sus deseos más íntimos. En este momento el film se torna oscuro, y la interpretación de Neal adquiere una dimensión y fuerza que hemos intuído a lo largo de todo el metraje, pero que no veremos hasta ese momento.

El film está lleno de secuencias impresionantes, (el sacrificio del ganado, cuando el padre de Hud se encuentra a este en un restaurante y lo humilla públicamente....), y su sabia puesta en escena engrandece el resultado final. A destacar la increible música de Elmer Bernstein y la fotografía de James Wong, departamentos artísticos que crean la atmósfera necesaria para que la historia navege entre una resultado formal impecable y un resultado dramático de verdadera tensión.





Cuesta creer que Paul Newman no ganase el Oscar al mejor actor principal por esta enorme actuación que no gozó de tanto reconocimiento en el momento de su estreno y ahora se sabe que creó escuela; los personajes que muchas veces interpretan en el cine Pitt o Di Caprio (incluso sus maneras de actuar...), son herencia directa de esta interpretación, y me atrevería a decir que Newman y no Dean o Brando fue el GRAN actor de su generación.



"Hud" tuvo una especie de secuela en el film de Bogdanovich "la última película", otra maravillosa muestra del "género" western moderno y de la cual hablaremos próximamente.

Es "Hud, el más salvaje entre mil", uno de los mejores filmes que he visto jamás; vivo e intenso, lleno de fuerza y garra, genialmente interpretado y sabiamente dirigido. Es uno de esos filmes invisibles y modestos que se agarran dentro de ti desde el primer momento y sin ninguna duda entiendes, delante de la pantalla, que estás ante una obra maestra, una película única e irrepetible.

MI NOTA: 9

LO MEJOR: TODAS las interpretaciones. Memorables. Para estudiar en las escuelas de interpretación.

LO PEOR: Newman se quedó sin el Oscar al mejor actor protagonista. Que se confunda con un Western Moderno, género que no existe, aunque muchos se empeñen en decir que sí.

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