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lunes, 31 de marzo de 2014

MI DECÁLOGO DEL GUIÓN

 

A veces, los alumnos y alumnas de mis cursos me piden consejos para poder abordar un guión, ya sea de corto o de largo. Por increíble que parezca las preguntas son artísticas más que técnicas, y es que la técnica del guión se puede aprender en un par de clases. Ofrecer ARTE ya es más complicado y requiere de mucho trabajo y otras cuestiones igual de importantes que se van aprendiendo sobre la marcha en base a la experiencia profesional y personal.

Después de pensar, he aquí mis consejos para todos aquellos que quieran seguirlos.

1- ¿Quieres escribir un guión? Tienes que ver mucho cine, y leer todos los guiones originales (y manuales que puedas). Por raro que parezca a veces me encuentro con personas que quieren ser guionistas y no ven películas ni tampoco leen libros sobre el tema. ¿Os imagináis a un Picasso joven sin haber prestado atención a cuadros y pintores anteriores a su época? Vivimos en tiempos modernos y extraños donde la incultura parece haberse adueñado (a veces) de las profesiones artísticas. Algunos "artistas" anuncian a los cuatro vientos que jamás han leído ni visto nada, que simplemente aprendieron a hacer arte por puro instinto. La verdad es que la afirmación anterior es "muy bonita" y "bohemia" pero a la larga acaba por dar más de un problema. ¿Te imaginas a un médico que no haya estudiado nada ni sentido curiosidad por, al menos, otros doctores de su especialidad? Lo dicho; si quieres escribir cine tienes que ver cine y leer libros sobre el guión y guiones originales. Al menos para discutir lo que en ellos se dice. No hay peor necio que el que se niega a saber de todo (o al menos de su tema).

2- El guión es técnica y arte... pero también vida. Las mejores obras son aquellas que encierran verdad en sus páginas o en sus imágenes, una VERDAD que es conocida por el autor desde todos los puntos de vista, una verdad que el autor pudo vivir en un determinado momento de su vida. Está genial que se quiera escribir sobre naves espaciales, ejércitos romanos y terroristas internacionales, pero desgraciadamente el mercado internacional ya tiene a sus expertos en estos temas y un guión primerizo sobre estas cuestiones rara vez sale a la luz. Lo mejor es escribir algo potente sobre un tema que se conozca de verdad. Algo que nos haga sentir y pensar. O al menos escribir sobre algo que nos despierte muchas ganas de escribir, que nos provoque un impulso irrefrenable de querer contarle al mundo la historia que hemos imaginado. Os sorprendería comprobar la inmensa cantidad de guiones que tengo que leer al año cuya VERDAD no encuentro por ningún lado. Imitaciones de éxitos internacionales y nacionales sin nada que aportar. Cuando a mis manos llega un guión con VERDAD en su interior lo devoro de arriba a abajo. Puede que tenga defectos, que sea amateur o que no esté del todo conseguido, pero me da igual. Sé que el autor ha hablado de algo que conoce, de algo que le mueve y le conmueve. Os aseguro que, cuando el texto se arregle, el guión será cien veces más potente que cualquier otro.

3- No cuentes una historia INMENSA para quedarte en sus límites y "lugares comunes", cuenta una historia pequeña o contenida pero que sea metáfora de un mundo extenso y gigante. Es mejor partir de lo particular para ir a lo general. A menos que seas un maestro del guión, te recomiendo que tu historia se inscriba dentro de unos límites humanos, temporales y espaciales determinados y que a partir de ahí vayas construyendo todo un mundo para hablar de diversos temas que te interesan. Por ejemplo, EL PADRINO es la historia de una familia de la mafia pero también es la historia de Norteamérica. ¿Te imaginas que Coppola hubiese escrito una película sobre la historia del país desde los colonos hasta el siglo XX? Podría haber sido interesante pero algo pesado, denso.... y arriesgado. EL PADRINO ya encierra la visión general de un país y Coppola lo escenifica poniendo como metáfora la historia de una familia que cuestiona las bases sobre las que se ha creado un país. Maravilloso, ¿verdad? Todo ello sin salir del despacho de Don Corleone!!!

4- Un personaje ES LO QUE HACE, no LO QUE DICE. El cine es un arte visual y debemos ver a los personajes haciendo cosas. Está claro que el diálogo es muy importante pero evita que toda la información sobre los personajes se transmita a través de él. Recuerda también que tienes sonidos, y miradas, y silencios... Da igual que tu personaje diga que es VALIENTE si al primer momento de presión sale corriendo. Ojo, estaría bien si con eso quieres dar una imagen contraria a lo que dice el personaje pero generalmente si es VALIENTE lo tenemos que ver con acciones; que luche por lo que cree, que se enfrente a alguien, que cuestione el orden establecido con hechos y acciones de peso.

5- El diálogo es lo más complicado de escribir y (siento mucho afirmarlo)  no se puede aprender o cuesta mucho enseñar. Hay personas que tienen mejor oído que otras y son esas las que escriben unos diálogos memorables. Para escribir buenos diálogos tienes que conocer bien a tus personajes y personalizar sus maneras de hablar. Muchos guiones incurren en un error TODOS LOS PERSONAJES HABLAN DE LA MISMA MANERA. No hay nada más aburrido que escuchar a una cajera de supermercado y a un millonario hablar de la misma manera. Son personas diferentes, ¿verdad?, en entornos diferentes, ¿verdad?, entonces, ¿por qué hablan igual?

6- Intenta enganchar a la gente desde la primera página. Si tu historia es de miedo presenta algo inquietante en los primeros minutos... Puede ser un hecho, un sonido, un ambiente o un tono, pero tenemos que conocer AL PRINCIPIO lo que define a la historia que estás escribiendo. Tienes diez minutos antes de que la gente comience a bostezar, a apagar la tele, salir del cine o tirar el guión a la basura, así que no malgastes el tiempo con explicaciones ridículas y personajes que no saben donde van.

7- Las películas tratan sobre personas normales (o no) que se enfrentan a hechos únicos y extraordinarios. A un parado que ha conseguido trabajo de pega-carteles le roban la bicicleta con la cual debe hacer el trabajo (Ladrón de bicicletas), una novata del FBI tiene que cazar a un asesino en serie en su primer caso (El silencio de los corderos), incluso la película más extraña e independiente tiene un personaje normal al cual le pasa algo que pone en funcionamiento una trama y altera su orden de vida; una niña pequeña descubre el mundo a través de una película (El espíritu de la colmena). Si tu personaje principal hace lo mismo al comienzo y al final del guión, mal vamos. A nadie le interesa las historias de gente NORMAL a la cual no le pasa nada. Para eso ya vivimos la vida diaria. Y lo creas o no, NADIE hace películas sobre la vida diaria.

8- Acepta que el guión que has escrito es solamente una guía para un equipo de profesionales que luego rodará un corto o una película. Es ideal que cuanto antes te vayas haciendo a la idea, mejor que mejor. En Europa tenemos el mal del DIRECTOR-AUTOR, y es por eso que, además de películas muy buenas, se ven tantas películas malas que nadie iría a ver un sábado por la tarde al cine... por ello es importante que, de vez en cuando, escribas para otros o cedas tus guiones a segundos y terceros con el fin de que puedas DISFRUTAR-SUFRIR la agradable sensación de ser un guionista por encargo. Pero al menos, guionista.

9- Vivimos tiempos de crisis donde NADIE da NADA a NADIE. Ese guión de naves espaciales que tienes escondido en un cajón tendrá que esperar. Escribe algo que, en el peor de los casos, puedas rodar tu mismo a modo de cortometraje o largometraje independiente. Lo importante es hacer algo y que la gente lo pueda ver. El día menos pensado ya tendrás detrás suficiente trabajo y reconocimiento como para que puedas escribir y ver hecho realidad el guión de tus sueños.

10- Acepta las críticas. No somos perfectos. Los guionistas tampoco. Sé que lo que has escrito te parece lo más maravilloso del mundo, pero te sorprendería saber que hasta Billy Wilder sabe reconocer sus guiones malos y nefastos, y cuando lo ponían a parir en una crítica o en los ambientes del cine no se enfadaba. Se lo tomaba con deportividad. Estás en un trabajo donde te expones, donde los falsos amigos te dirán lo que quieres oír y donde los verdaderos amigos te dirán una y otra vez que  puedes mejorar si quieres hacer algo que realmente merezca la pena. Es por ello que te recomiendo un alto sentido crítico, tanto para tus trabajos como para el trabajo de los demás, que te rodees de otros amigos guionistas que funcionen como conciencia a lo PEPITO GRILLO y que no dejes de aprender, de escribir, de equivocarte... y de acertar.