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martes, 10 de diciembre de 2013

Cine actual. LA GRAN BELLEZA De Paolo Sorrentino (2013)

"La gran belleza" de Paolo Sorrentino es una película única. Me atrevería a decir que, en lo que vamos de año, es la mejor película estrenada... y si los lectores me lo permiten, (no puedo esconder mi total entusiasmo ante la cinta), "la gran belleza" está luchando por el título a mejor película de la década.... y para servidor ya ha ganado el puesto de mejor película Europea en lo que llevamos de siglo. !Lo siento Haneke y Trier!

La verdad es que no es mi trabajo hacer listas con lo mejor y lo peor que se puede ver en las pantallas, simplemente muestro mi total admiración ante una obra cinematográfica mayúscula de cuya importancia en nosotros mismos y en el cine europeo del futuro aún no somos conscientes.

Mucho se está hablando y se ha hablado de "La gran belleza" desde que en el pasado mes de Mayo se presentó en el festival de Cannes. Según he podido leer en otros artículos, la película de Sorrentino fascinó a crítica y público, pero al final el jurado decidió darle la Palma de Oro a ese engendro gafapastil con ínfulas artísticas de título "La vida de Ádele".  No es la primera vez que una película de capital importancia para el futuro del cine se va de vacío en el festival de Cannes. De hecho, "La dolce vita" de Fellini (cinta de la que hablaremos en este post en repetidas ocasiones), casi se va de vacío por motivos políticos en el año 1959 y Antonioni, que ganó la palma de Oro en el 66 con "Blow Up", anteriormente a ésta fecha siempre era premiado con la mención especial del Jurado a pesar de que sus películas eran superiores a las premiadas con La Palma de Oro en esas ediciones.

En cualquier caso "la gran belleza" es de ese tipo de películas que despierta pasiones y odios a partes iguales. Incluso puede ser una de esas películas que, con el paso del tiempo, crítica y público que la han denostado, necesiten asistir a otro visionado para buscar y/o alabar sus diversas virtudes como obra cinematográfica. La verdad es que "la gran belleza" necesita más de un visionado. En el primero uno siente, es sacudido en su butaca por diferentes sensaciones que van desde un lado del espectro al otro según las ganas que tenga el público de dejarse seducir por el viaje hacia la nada (y hacia el todo) que propone Sorrentino. A partir de un segundo y tercer visionado, quizás ya estemos preparados para analizar intelectualmente el juego de espejos, dobles y triples sentidos, y subtextos, que Sorrentino ha elaborado bajo la apariencia de obra estéticamente perfecta y en algunos momentos desenfadada.


Tenemos que ir sacando ya el nombre de Fellini y su más famosa película, "La dolce vita", porque sin ella la película de Sorrentino ni se podría explicar ni tendría sentido alguno. "La gran belleza" es, de entrada, un remake o una "segunda parte" de la obra capital del maestro. No en vano tiene el mismo argumento (un escritor se pasea por las noches de la alta sociedad Romana), y propone curiosos juegos autoreferenciales con respecto a la película de Fellini.

Uno de estos juegos tiene que ver con el uso de la cámara y algunos trucos de la puesta en escena que son FELLINI 100%. Basta recordar la visita que el protagonista hace por la noche a los museos de Roma (travellings recorriendo las estancias mientras figuras de mármol a contraluz van apareciendo en la pantalla... o la cámara, mientras se mueve, haciendo de punto subjetivo de cada uno de los personajes y, al jugar con el eje de mirada, personificar la visión de cada uno de ellos).

El otro juego tiene que ver con el personaje protagonista que puebla el relato (en "La dolce vita" un periodista que quiere escribir, en "La gran belleza" un escritor que de vez en cuando trabaja como periodista...). Los personajes secundarios que pueblan el relato también tienen que ver, y mucho, con la cinta del maestro; Aristócratas de capa caída, artistas de clase alta, periodistas, monjas, obispos, dueños de bares y clubes nocturnos...

Y el último juego "gemelo" que Sorrentino propone de "la Dolce vita" en su filme es el argumento y los temas que se tratan en la cinta; no hay que engañarse, "la gran belleza" trata de los mismo que trataba la cinta de Fellini en el año 1959, sólo que ahora, el fondo de la historia viene acompañado por los cambios temporales e incluso por determinados cambios sociales a los que los protagonistas de la cinta de Sorrentino no son ignorantes.


Por lo tanto, Sorrentino nos está proponiendo una "historia de fantasmas" que pueblan un mundo que hace mucho cambió a otra cosa. La historia de unos personajes que se mueven entre una inmovilidad absoluta y la necesidad imperiosa de buscar una respuesta y un impulso, o bien para renovarse, o bien para dejar de existir y morir en el más absoluto de los olvidos.

La película está dividida (otra vez como en "la dolce vita"), entre algunas noches y sus amaneceres, y en cada una de estas noches (micro-historias), el tema del párrafo anterior (personajes caducos en un mundo que ha cambiado), es representado con una línea dramática distinta. Así por tanto cada micro-historia e incluso cada situación que vive el protagonista recalca la idea de un mundo habitado por personajes que han dejado de SER para convertirse en FUIMOS, sin ser conscientes de que el tiempo pasa implacable y la muerte está presente allá donde quieran mirar.

Se podría decir que Sorrentino he retomado en pleno siglo XXI ese cine que, en los años sesenta, hablaba de la alienación y la soledad como figuras retóricas y potenciales de un mundo que estaba condenado a vivir en el abismo de la nada más absoluta.

Otro de los temas importantes que Sorrentino propone y que de hecho pivotan sobre el eje central del protagonista de la cinta es el recuerdo. No en vano los personajes de la cinta sólo tienen recuerdos para afrontar el presente, y es por eso que el protagonista del film rememora una y otra vez en su interior y en su mente aquel preciso instante de su pasado en el cual, al fin, pudo entenderlo todo; "la gran belleza" es a lo que todos aspiramos en este mundo... y simplemente es un momento, un instante... aquel en el cual somos conscientes de la grandeza de estar vivos.

Por lo tanto la cinta de Sorrentino propone un juego filosófico (nada pretencioso, por cierto), que retoma el existencialismo europeo de mediados del siglo XX que tenía en Moravia su máximo exponente literario y a Antonioni y Fellini como sus máximos exponentes cinematográficos.

¿Estamos por tanto y después de explicar lo anterior, ante una película compleja en forma y autocomplaciente de sus mecanismos temáticos? Para nada. De hecho, lo que más llama la atención en "la gran belleza" es que es una película que apela a los sentimientos y a las sensaciones para ser disfrutada por todo tipo de público.

Sorrentino consigue esta mezcla de sentimientos y sensaciones a base de unos mecanismos técnicos-cinematográficos que, aunque parezcan abusivos y vacíos, están llenos de significado.

El uso del montaje y del sonido en la cinta es ABSOLUTAMENTE PRODIGIOSO y encierra una verdadera lección de cine sobre las herramientas audiovisuales en la creación de una obra de ficción. Y si hablamos del plano mismo, de la esencia y la construcción de la puesta en escena con respecto a lo que se puede ver en el encuadre, "la gran belleza" es un goce estético pocas veces ofrecido en los últimos tiempos. El gran trabajo de diseño de producción y vestuario se une a un enorme sentido estructural de la imagen. En pocas palabras, incluso dejando a un lado la historia de la cinta, la forma cinematográfica es, cuanto menos, virtuosa, y por ello mismo merece la pena el visionado de la película.


Otra de las cosas interesantes del filme es que encierra lúcidas y sabias reflexiones sobre el mundo del arte y los tipos que lo pueblan. Reflexión que es palpable en una de las mejores secuencias del film; una niña artista que es obligada a pintar un cuadro bajo la atenta mirada de unos desconocidos.

La verdad es que Sorrentino no deja títere con cabeza en la fabulosa ficción que nos propone. Arremete contra la clase alta, la iglesia, los artistas, los aristocráticos (estén ejerciendo o no).... y solamente ofrece algo de esperanza en el retrato, fugaz pero certero, de los jóvenes y adultos de la clase media Romana.


Las dos secuencias de apertura y las dos secuencias finales deben aparecer ya como unas de las mejores secuencias rodadas en los últimos tiempos. Pues por estas secuencias discurren ya el germen de toda la película y la esencia temática y formal de lo que el director nos propone... y de lo que el director sentencia de forma seca y a la vez sentimental; bajo un mundo de apariencias y excesiva charlatanería, las luces van más rápido que nuestros sentimientos y por eso estamos condenados.

Cuando la película termina tienes la sensación de haber visto algo grande. Un silencio extraño se apodera de ti y, te haya gustado la película o no, necesitas tiempo para reflexionar todo lo que has visto. Y eso ya es importante, pues en estos tiempos donde las películas se olvidan en cuanto en pantalla aparecen los títulos de crédito, Sorrentino propone un ejercicio de auto-crítica y misterio a cada espectador. Algunas imágenes y momentos del film se quedan grabadas en nuestra retina y nuestra mente sin saber muy bien, a pesar de haberlo sentido, a qué hemos asistido.

Al fin y al cabo de eso se trata en las grandes películas. De hacer sentir y de explorar aquellos mundos que, por lejanía o por desconocimiento, nos parecen lejanos... Incluso aunque sean los mundos de nuestro interior.

En un futuro próximo, "la gran belleza" será una película imprescindible para entender muchas cosas. De entrada ya es una de las películas europeas más importantes de la década... y de entrada, o para bien o para mal, ya se está hablando de ella.

Yo sólo puedo decir que su visionado me ha conmocionado (para bien) hasta límites insospechados. Justo cuando estaba a punto de perder la fe en el cine y en lo que éste podía contar y ofrecer aparece Sorrentino y me dice "en el cine... aún todo es posible".

Eso hacen las grandes películas.

Eso es lo que eleva el cine a categoría de arte.

MI NOTA: 10

LO MEJOR: Todo.

LO PEOR: Nada.

SE PUEDE ENCONTRAR EN: En cines desde el día 5 de Diciembre de 2013.






















domingo, 8 de diciembre de 2013

Cine actual. LAURENCE ANYWAYS De Xavier Dolan (2013)

Con poco menos de treinta años, Xavier Dolan se ha convertido en el "enfant Terrible" del cine Canadiense y me atrevería a decir que cuando cumpla los treinta será, si sigue el mismo ritmo que hasta ahora, uno de los directores más interesantes del panorama mundial.

Dolan ha rodado tres películas; "Yo maté a mi madre", "Los amores imaginarios" y la que nos ocupa en este post "Laurence Anyways", su primera (de momento) obra maestra.

Laurence Anyways narra la siguiente historia; En plena década de los 90 Laurence anuncia a Fred, su novia, que quiere convertirse en mujer. Se enfrentan, contra viento y marea, y quizá contra sí mismos, a los prejuicios de su entorno, resisten a la influencia familiar y desafían las fobias de una sociedad a la que incomodan. Durante diez años intentan sobrevivir a esta transición y se embarcan en una aventura épica cuyo precio parece ser su propia perdida.
 
Con este argumento, que los despistados y poco originales tildarán de "Almodovariano", Dolan consigue un film emocionante, bello y doloroso, que encierra cine auténtico por sus cuatros costados. Un cine moderno y atrevido que hace de la historia y las interpretaciones su verdadera fuerza motriz. 

La película dura 162 minutos que, al contrario de hacerse largos y tediosos, construyen plenamente y con una enorme fuerza narrativa, la curiosa historia de dos seres humanos que luchan por seguir enamorados en un mundo donde desgraciadamente las etiquetas importan.
Con un uso prodigioso del montaje, las elipsis y la música, el director narra una fábula sincera y emotiva, pero a la vez cruel y dura, sobre los cambios de la vida y el paso del tiempo. Los dos protagonistas principales, Melvil Poupaud y Suzanne Clément, llenan de veracidad y fuerza interpretativa a los dos personajes del film. Sus escenas son realmente memorables y en más de una ocasión llegan a emocionar y enconger el corazón pues Dolan no priva a los actores de cierto margen para la improvisación, las pausas dramáticas y los silencios. No tienes la sensación de estar viendo a actores interpretar un papel, tienes la sensación de estar asistiendo a la intimidad verdadera de dos personas anónimas.
En realidad lo mejor de "Laurence Anyways" es su fuerza íntima pero a la vez épica de una historia que se desarrolla a lo largo de doce años, y la curiosa manera en la cual Dolan cuenta la historia; obviando a veces muchos momentos importantes de la trama y sólamente ofreciendo las consecuencias de estos momentos. Las elipsis de este tipo engrandecen la historia de una veracidad sobrecogedora y de un ritmo medido pero nunca lento que, cuando se acerca el final del film, encuentra su máximo apogeo en una secuencia que desde ya merece ser tenida en cuenta como una de las mejores secuencias cinematográficas de los últimos años.


 
Después del análisis, más o menos crítico y cinematográfico que he hecho como de costumbre en este blog, me permito la licencia de dejar apartado mi lado crítico y quiero hablar de la película desde el lado personal.

La película no sólo me ha encantado, también me ha emocionado como hacía años que una película no me emocionaba. Durante casi tres horas tu corazón y tu cabeza viajan a la velocidad de la luz por una historia que, lo quieras o no, al final te acaba atrapando y hace que te plantees muchas preguntas sobre el mundo que vivimos y sobre las relaciones amorosas. También produce una extraña sensación de nostalgia como si, de pronto, la historia de los personajes hubiese sido la tuya.

Al final, cuando la película termina, tienes la sensación de haber asistido a una de las historias de amor más fabulosas y profundas que el cine ha dado en mucho tiempo.  Sí una película me emociona, como ésta lo ha conseguido, sé inmediatamente que me encuentro ante algo grande.

Gracias Xavier Dolan, muchas gracias. Es un placer volver a sentir delante de una película.

MI NOTA: 9

LO MEJOR: Los actores. La construcción de la historia.

LO PEOR: El director de "La vida de Ádele" tuvo que haber visto ésta película antes de rodar su ¿historia de amor? Hablando en planta, "La vida de Ádele", al lado de "Laurence Anyways" es un libro de Belén Estebán junto a las mejores obras de Shakespeare.

SE PUEDE ENCONTRAR EN: Amazon, Fnac... Un pack de XAVIER DOLAN que se ha editado hace muy poco y que contiene sus tres primeras películas; "Yo maté a mi madre", "Los amores imaginarios" y "Laurece Anyways". 14, 95 Euros.