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jueves, 4 de julio de 2013

Joyas Imprescindibles. "ALL THAT JAZZ" De Bob Fosse


Existen películas y directores de cine que se adelantan a su tiempo. Bob Fosse fue uno de estos autores y su película ALL THAT JAZZ una obra maestra que nació con amenaza de fracaso absoluto y con el tiempo se ha convertido en una de las mejores películas de la historia. 

Para hablar de este filme hay que hablar de su autor.

Bob Fosse empezó a bailar siendo niño. Cuando llegó a su adolescencia se paseó por muchos locales de mala muerte bailando y haciendo números musicales para poder sobrevivir. Lo hacía tan bien que le salió la oportunidad de ir a Hollywood a buscar fortuna como estrella del cine musical. En cuanto llegó la METRO lo fichó como bailarín en muchas de sus producciones musicales. Fosse tenía un deseo; quería ser el nuevo Gene Kelly. Quería ser una estrella.

Fosse comprobó bastante pronto que conseguir ser una estrella no era nada fácil. Algunos decían que era poco atractivo para ser actor. Otros decían que sus bailes y coreografías eran muy modernas para la época. ¿Qué decía Fosse? Pues que odiaba Hollywood, no le gustaba la falsedad que se respiraba en la Meca del cine... tampoco se sentía seguro en una ciudad donde nadie parecía admirar un talento que según Fosse "sobrepasaba las escuálidas mentes pueblerinas de una ciudad atascada en los espectáculos cinematográficos musicales más insulsos del mundo".

Fosse se fue a New York y en poco tiempo probó suerte como coreógrafo y director de escena en Broadway. Había nacido una estrella. Fosse no sólo revolucionó el mundo del teatro musical, sino que en pocos años creó un estilo definido y atrevido en la danza moderna que a todo el mundo parecía gustar. Uno a uno, cada espectáculo que realizaba era un éxito de taquilla... Así que no es de extrañar que en poco tiempo Hollywood reparó en él para dirigir una película basada en uno de sus mayores éxitos teatrales; Sweet Charity. 

Desgraciadamente la película fue un fracaso de taquilla (vista hoy, casi cincuenta años más tarde, el film es una delicia visual y sonora que sin lugar a dudas se adelantó veinte años a lo que se hacía en el cine musical), Fosse volvió a Broadway y siguió coreografiando espectáculos musicales que día tras día se llenaban de público...

El resto ya es historia. Fosse volvió al cine para dirigir CABARET y entonces, por derecho propio, obtuvo un lugar en la historia del cine. CABARET no es sólamente una obra maestra, también significó el reconocimiento (comercial y artístico) del talento de Fosse como director de cine (nada más y nada menos que Fosse le quitó ese año el Oscar a mejor director a Coppola por "el padrino"). 

Que Fosse ganase el Oscar al mejor director sólo significó una cosa; abrió la veda para que sus compañeros cineastas sintieran hacia él una enorme envidia. Lo veían como un intruso que desde New York había venido a Hollywood para quitar espacio a unos cineastas (viejos y nuevos) que no veían a Fosse como un director, sino como un simple bailarín que tenía "algo de talento" con los números musicales de sus películas. Desde ese momento Fosse siempre se sintió ignorado y poco respetado entre sus iguales. De hecho no se mudó a Hollywood porque decía que de marchar, no tendría amigos. Todo el mundo lo odiaba. Y era cierto.

Afortunadamente no hay que ser muy listo para darse cuenta de que el talento de Fosse como director de cine no es inmenso... ES BRUTAL! Parece mentira que un artista de teatro, y sobre todo dedicado al teatro musical, tuviese esa visión tan moderna y ese concepto tan cinético y visual sobre las películas y el modo de hacerlas. Fosse solamente realizó 5 películas, menos la primera y la última, todas fueron nominadas a sendos premios Oscars, incluidos los de mejor película del año, director y guión... y en dos de ellas, arrasó en premios y en reconocimiento internacional. Recordar que Fosse también ganó la palma de Oro en Cannes. ¡Ahí es nada!


De entre todos sus filmes (muy buenos todos ellos...), destaca su obra maestra ALL THAT JAZZ, película del año 1979 que ganó los Oscars a Mejor montaje, Mejores decorados, vestuario y Banda Sonora adaptada. Siendo nominada también para los Oscars a mejor película, director, actor protagonista y guión original. La cinta se llevó la Palma de Oro en Cannes y obtuvo muchos reconocimientos tanto nacionales como internacionales.

La historia de ALL THAT JAZZ es muy sencilla... Narra la historia de un director y coreógrafo de Broadway que está preparando un musical, montando una película, intentando educar a su hija, manteniendo dos o tres relaciones amorosas... Y luchando contra una salud que se encuentra muy deteriorada. Luchando... con la muerte.

Efectivamente Fosse estaba contando su vida en la película. Con todo lujo de detalles. Estaba hablando de sus conflictos laborales, de las películas que rodaba, de su hija única, de su amante, su ex mujer y su novia actual... y de su carácter auto destructivo que incluía drogas, alcohol, estimulantes... y diversos infartos que apunto estuvieron de acabar con su vida en esos tiempos.

En realidad ALL THAT JAZZ es la versión "musical" de la película de Fellini "Ocho y medio" ya que tiene el mismo tema y la estructura dramática y cinematográfica es casi idéntica. Fosse no podía esconder su profunda admiración por el maestro italiano y pensó en hacer un film donde exponerse, como Fellini había hecho años antes en su obra maestra.


El film no solamente es interesante porque es una autobiografía no exenta de polémica y/o de enorme auto crítica, también es una obra maestra por sus valores cinematográficos y artísticos, los cuales rayan la perfección y están completamente equilibrados y trabajados para crear una experiencia estética y dramática que de seguro sorprenderá a todo el mundo.

El film tiene una estructura bastante acertada donde un montaje acelerado y a veces caótico muestra al personaje en tres facetas completamente diferentes; su vida profesional, su vida personal y su fantasía e imaginación. Los tres campos de vivencias se funden a veces en un mismo espacio y tiempo, y es muy curioso comprobar cómo el director (junto con el montador del film), supieron trabajar muy bien el ritmo del metraje, el ritmo de los planos y las escenas para crear dobles sentidos y juegos dialécticos que a día de hoy no han sido superados por ninguna película.

Destacan con especial interés las secuencias de la última hora del filme; el personaje está hospitalizado porque ha estado a punto de morir debido a un infarto y su mente y su imaginación se expanden más allá del tiempo y del espacio creando números musicales imposibles pero llenos de un tremendo y oscuro simbolismo.

De igual modo llama mucho la atención la enorme energía, sinceridad y acidez que demuestra tener el guión donde se radiografía sin piedad a todos los tipos de personas (buenas y malas) y sus oscuras y nobles intenciones que pueblan el mundo del espectáculo. 

Los últimos veinte minutos de película son absolutamente memorables y el plano final puede que sea uno de los planos más contundentes y desoladores de toda la historia del cine. Fosse tenía claro que el cine, a pesar de ser una ilusión mágica, debía encerrar algo de verdad, y es por eso que en este último plano se condensa, a groso modo, todas las cosas que Fosse nos ha relatado a lo largo del film y no es otra cosa que; el espectáculo siempre debe continuar.

Roy Sheider, el protagonista de "Tiburón", realiza la mejor interpretación de toda su extensa carrera, y llegó a tal grado de identificación física y psíquica con el personaje que en el rodaje muchos miembros del equipo no sabían quien era el director del filme y quien era el actor protagonista.

Los número musicales son exquisitos y originales. El que conozca a Fosse sabe que sus números musicales no son precisamente espectaculares por sus grandes movimientos y alardeos, sino que cada bailarín expresa con muy poco muchas cosas, y sus números de baile y montajes escénicos están llenos de un ritmo y un contraste que nace del total control del cuerpo y de una sabia utilización de los micro gestos como parte de un todo.

Aún así hay que avisar a los lectores; ALL THAT JAZZ no es un musical al uso. Sus números musicales están integrados en la trama de manera dramática y efectiva, y cuando los números musicales pasan en la mente del protagonista el mismo efecto se percibe.




El trabajo escénico de Fosse es impecable; la composición de los planos raya el virtuosismo más absoluto y la atmósfera de la película impregna las imágenes y la historia de un ambiente pocas veces visto en una producción cinematográfica. Hay que destacar también la enorme labor del director de fotografía del film, Giuseppe Rotunno, iluminador habitual de Federico Fellini y enorme maestro de la luz cuyo trabajo en el film es simplemente memorable.

La partitura musical corre a cargo de Ralph Burns (Cabaret),  y el guión es obra de Fosse y Robert Alan Arthur .

Es ALL THAT JAZZ la obra maestra (y de arte) de un genio del cine que vivió en su época pero se adelantó a ella en conceptos tan amplios como el baile, el sentido estético, el montaje cinematográfico o el movimiento de la cámara.

ALL THAT JAZZ también es el testimonio único y sincero de lo que piensa UN GRANDE del mundo del espectáculo sobre lo que le rodea. Es una película honesta y atrevida sobre un hombre que soñó con ser Gene Kelly y se tuvo que conformar con ser uno de los mejores directores de todos los tiempos.

Fosse murió en el año 1986 de un ataque fulminante al corazón, mientras estaba preparando CHICAGO, el musical del filme que hace diez años arrasó la taquilla de medio mundo. Su última película fue STAR 80, una extraña e incómoda película que realizaba un profundo y triste análisis del sueño americano. Vista hoy es otra obra maestra.

Es lo que tienen los genios... que a veces se les reconoce con el tiempo y cuando ya no están.

MI NOTA: 10.

LO MEJOR: Todo.

LO PEOR: La escena de la sala de montaje es un poco larga.

SE PUEDE ENCONTRAR EN: Cualquier superficie. A partir de 8 Euros.